jueves, 12 de marzo de 2015

CUENTO INVENTADO POR CRISTINA PEÑA DE 5ºA

DAISY LA INCOMPRENDIDA

Daisy era una chica normal muy guapa y lista. Todos los chicos la querían pero sus amigas celosas de ella le decían que era muy fea. Un día Daisy se tapo la cabeza porque para ella era muy fea. Pero en realidad su belleza era indescriptible.

Desde entonces siempre llevaba una bolsa en la cabeza. Entonces nadie sabía que era ella. Sino una simple empollona con granos en la cara.
Sus amigas le daban la espalda. Pero un chico llamado Sonh sabia que era Daisy y no la trataba como tal sino como una reina.

Los amigos de éste se extrañaban al verlo. Hasta que al final un día Sonh le quito la bolsa y todos vieron su belleza. Pero antes nadie sabia que era ella. Pensó que al mirarla todos era porque habían visto su fealdad. Se volvió a poner la bolsa y se marcho llorando. 

Ella no sabia que era guapa, por lo que al día siguiente no quiso ir al cole. Y Sonh  decidió ir a verla. Cuando llego,ella se sorprendió y se escondió. Pero él sabia que estaba allí. Entró y la buscó por toda la casa: en el salón ,en el baño,en su cuarto,en el cuarto de sus padres, en el comedor y en la sala de estudio.
Pero no la encontró. Pensaba que se había equivocado, pero ante sus ojos apareció. Nunca la había visto así de guapa y al instante se enamoro. Ella le pregunto que qué hacía allí  y él le contestó que la amaba.

Ella se sonrojó y exclamó: "Pero si soy muy fea, ¿por qué me amas?
Él le contestó que en realidad no era tan fea, todo lo contrario, era guapísima. Entonces ella le preguntó que por qué todos la miraban así, sorprendidos y él le explicó que era debido a su belleza.

Al día siguiente  fue al colegio, pero esta vez segura de sí misma, sin bolsa en la cabeza. Todos pudieron admirar su belleza y se quedaban boquiabiertos. Pero ella sin embargo gritó:

¡No importa que seas guapo o feo, lo único que importa es el corazón de quien te quiere!, al mismo tiempo que cogía a Sonh de la mano.

- Gracias Sonh, sin ti aún seguiría llevando la bolsa en la cara.
- No es nada...

Y así en el hermoso atardecer, se besaron. Pero para ellos ese beso no significaba su belleza, sino el amor que sentían el uno por el otro.

                                                            FIN

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